martes, 6 de noviembre de 2007

te amo




























El amor eternoLeopoldo LugonesDeja caer las rosas y los díasuna vez más, segura de mi huerto.Aún hay rosas en él, y ellas, por cierto,mejor perfuman cuando son tardías.
Al deshojarse en tus melancolías,cuando parezca más desnudo y yero,ha de guardarse bajo su oro muertolas violetas más nobles y sombrías.
No temas al otoño, si ha venido.Aunque caiga la flor, queda la rama.La rama queda para hacer el nido.
Y como ahora al florecer se inflama,leño seco, a tus plantas encendido,ardiente rosas te echarán en su llama.Alma venturosaAl promediar la tarde de aquel día, cuando iba mi habitual adiós a darte,fue una vaga congoja de dejartelo que me hizo saber que te quería.
Tu alma, sin comprenderlo, ya sabía...Con tu rubor me iluminó al hablarte,y al separarnos te pusiste apartedel grupo, amedrentada todavía.
Fue silencio y temblor nuestra sorpresa;mas ya la plenitud de la promesanos infundía un júbilo tan blando,
que nuentros labios susiraron quedos...y tu alma estemecía en tus dedoscomo si se estuviera deshojando.












EL AMOR ES . . .


















El amor es un grito sublimeentre los demàs sentimientos humanos.El amor nos da fuerza,nos agranda el corazòn,nos ensancha la vìa de accesohacia todos los deseos.
El amor es esa fuerza inagotablede ansias de vivir,que apresuradamente trotadesde el aura hasta el alma misma.
El amor es sentir,es decir, gritar, sonreir y llorar a la vez.El amor es el màs hermoso colorque aùn nadie haya podido detallar.El sonido del amorno tiene lìmites en sus decibeles.
El amor nos hace gigantes,poetas, compositores,escritores principianteshasta perder la nociòn de la realidad circundante.
El amor nos hace gozar de una temporadade locuras coherentes,de febriles sensaciones,de esperanzas y vivenciasque se transmitenen cada beso,en cada abrazo,en cada despedidahasta un despuès màs.
El amor en un te quierofluye salpicado de ternura.Todo lo vencecon una vehemencia casi inextinguible,con ansias de detener nuestro tiempo.
El amor es amar a la vida,es amar a nuestro amor;es la complacencia casi eternade reir, de llorar, de pensar, de cantar,de entregar y de usar a toda capacidadel corazòn, la piel... los cinco sentidos.
El amor en resumenes un prodigio de mucho màs...Se podrà definir de infinitas formas,pero nunca dejarà de serel màs sublime sentimientoque nos haga vivir,que nos haga flotar en una gloria imperecederacon su enorme poder...porque el amor es...èso y todavìa màs !












autor: wilber MAQUERA LAYME......












JAMAS LLEGARE A OLVIDARTE

Dice en su locura extrema,Y se va por otra parte...Cada loco con su tema.Toda esa pasión que abrasa¿Lo creerás?...Es humo, es humo que pasa, Nada mas!...
Sucede esto a cada pasoEn nuestra existencia escasa:Y ¿creerás, mi bien, acaso,Que el humo también no pasa?...¡Ay! De esa ventura ledaQue te hechiza,Pasa el humo y solo quedaLa ceniza.
El amor que ardiente bebesY que al Empíreo te eleva,Ceniza es que el viento llevaEnvuelta en sus ondas leves,De tanto amor, entusiasmoY contento,No resta ¡cruel sarcasmo!Sino viento






LA RUEDA DEL AMOR
Aquellas niñas hermosasque en suma beldad conformes,teniendo la tez cual nieve,tengan los ojos cual soles,y el alma sintiendo, tiernas,herida de mal de amores,tanto les falte de esquivas,cuanto de bellas les sobre,salgan al campo conmigoricas de gracias, adondefavor al mayo risueñolas brinden, con gracias dobles,corrientes aguas los valles,frescos doseles los bosques,con su verdura los camposy con su esencia las flores. Oiréis sonar encontrados,y aunque encontrados, acordes,los enamorados trinosde músicos ruiseñores,cuando en sentidos acentosmustias las tórtolas lloren,dando en su vuelo a los airesmatices, plumas y sones.Venid, y hagamos la ruedallamada de los amores(que al aprenderla de niño,no la olvidé desde entonces).las ricas flores hollando,y el aire hendiendo veloces,el aire con los cabellos,y con las plantas las flores.Las blancas manos asiendo,y tan blancas, que las cortesnunca tan nítidas manosdan a sus reyes en dote,en torno agitad festivaslos aires murmuradores;que yo vendaré mis ojos,haciendo del día noche.Volad, palomas; que osadoyo espantaré los halcones,si alguna vez para herirosmuestran sus garras feroces.Volad, que a la que esta rama,pasando furtiva, toque,con la venda de mis ojoshabrá de nublar sus soles. -¡Oh, que triste es nuestros ojoscubrir de sombras informes,y no sentir de los vuestroslos penetrantes arpones,ni ver con ansias mortalesde vuestra faz los colores,ni sobre el aura, al tenderlos,de vuestro talles los cortes!Niñas, corred; que aún no escuchocon plácidas emocionesde vuestras ropas flotanteslos sutilísimos roces;y aunque me pesa en el alma,no siento los corazonesque muellemente se agitanbajo esos pechos de bronce.Volad, palomas; que osadoyo espantaré los halcones,si alguna vez para herirosmuestran sus garras feroces.Volad, que a la que esta rama!pasando furtiva, toque,con la venda de mis ojostendrá que nublar sus soles. Mas ¿cómo sin dar amantea vuestro enojo ocasiones,huís, dejándome solo,sin advertirme por dónde,tal que siquiera dejasteis,pasando como ilusiones,ni removida la arena,ni destroncadas las flores?Sin duda en mágico vuelo,como celestes visiones,entre la grama y los airesos deslizasteis veloces,huyendo mi fe constante,pues vuestros pechos traidorestienen el aire por guía,y la inconstancia por norte.¡Una y mil veces mal hayaquien de vuestras invencionesamante se fía, y de ellasla falsedad no conoce!Y más que en tanto a la sombrade esos altísimos roblesmaldiga yo vuestro agrado,y mis desagrados llore;vosotras entretenidasmirad las aguas que corren;que bien está vuestra fecon su inconstancia conforme,pues no hay onda que no agitena cualquier viento que sople,ni conchas que no remuevanni árbol ni flor que no mojen,ni campos que no dibujen,ni imágenes que no borren,ni risas que no deshagan,ni círculos que no formen. Mas luégo que el sol sus rayosextienda en el horizonte,haciendo en las nubes iristocando el mar de colores;y luégo que en regia pompaparezcan a sus fulgores;y mares de sombra los valles,y mares de luz los montes,vendréis a buscar frescuracuando el calor os agobie,y me tendréis que encontrar,aunque no queráis entonces,y yo a la sombra tendidode estos altísimos robles,no os he de dejar el puesto,por más que tierno os adore,ni miraré enamoradode vuestra faz los colores,ni sobre el aura, al tenderlos,de vuestros talles los cortes;y no vendaré mis ojos,más que en no hacerlo os enoje,y hasta ahogaré mis suspiros,aunque con ellos me ahogue. Haré todo esto digo,y más que veréis entonces,y a fe de amante lo juropor esas aguas que corren....






























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